Año de publicación: 2012
Editorial: Impedimenta
Páginas: 142
Valoración: infumable
Por mucho que Mercedes Cebrián intente halagar el libro y al escritor en el prólogo, lo cierto es que ha debido de tener que hacer un esfuerzo sobrehumano o tiene algún tipo de razón oculta que se me escapa.
No hay por dónde cogerlo.
Es un libro aburrido, mal escrito y sin pizca de gracia. En definitiva, si podéis evitarlo ni se os ocurra perder el tiempo con él. Si el autor, en algún momento ha querido elogiar o hacer un guiño a La Caverna de Saramago, la verdad es que se lo podía haber ahorrado.
Lo único que le agradezco al tal Fernando es que sólo haya sido capaz de escribir 142 páginas, páginas que por otra parte, se hacen eternas.
Lo siento Fernando, o tuviste un mal día, o tú y yo no nos entendemos.
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