Tenía muy buena pinta, de hecho hasta la mitad más o menos es un relato interesante. Un hombre de mediana edad, en plena crisis existencial recibe la noticia de la muerte de una persona.
Hasta aquí todo bien, la autora no desvela la relación entre la fallecida y el protagonista y poco a poco se va desgranando.
Pero de repente, no se sabe muy bien por qué, el libro se convierte en una novelita rosa. El protagonista se encuentra por casualidad con el arquetipo de mujer que tanto éxito ha tenido entre los franceses desde Amelie, y claro, se enamora perdidamente.
A partir de ese momento habría hecho mejor tirando el libro a la basura y me habría ahorrado el cabreo. Vaya pastelón infumable.
Ella es una Amelie granjera que vive rodeada de animales y niños en una extensión increíble de terreno, sin que se sepa de dónde saca el dinero para subsistir, pero es absolutamente maravillosa sin proponérselo.
Además, esta mujer que aparece en mitad de la novela (para mi desgracia), acarrea una historia dramática a sus espaldas para hacerla más tierna si cabe.
A estas alturas ya no sabía si estaba leyendo el guión de una película de Antena 3 de fin de semana, ni por qué me estaba torturando a mí misma de esta manera.
Madre mía, se me han quitado las ganas de leer nada más de esta autora. Es que son 558 páginas!!!
Año de publicación: 2008
Editorial: Seix Barral
Páginas: 558
Valoración: infumable (a no ser que te gusten las pelis de Antena 3)
Opinión de una lectora 
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