Un asesino en serie se pone a matar como si no hubiera un mañana en la ciudad de Roma y el comisario Mancini lo investiga hasta atraparle.

Hasta aquí lo normal en una novela negra de asesinos y policías.
Pero los asesinatos son tan truculentos que de tan asquerosísimos que son se hacen inverosímiles. Y todo mezclado con alcantarillas, animales, aguas residuales y sangre a borbotones.
Encima, no hay una trama que seguir, sólo un asesino desbarrando y matando a lo loco, con lo que no te engancha. No te intriga.
No me ha gustado nada, se hace pesado y muy gore.
Año de publicación: 2018
Editorial: Alfaguara
Páginas: 428
Valoración: prescindible
Deja un comentario