
Si lees el resumen de la editorial, parece un argumento interesante y hasta que podría ser trepidante…
Además es un libro cortito, con lo cuál la cosa tiene que ir rapidita, como si fuera un relato breve….
Pues no.
Lo primero es que está escrito en argentino, y señores, aunque tengamos la misma base, son lenguas diferentes y a mí en particular, se me hace prácticamente imposible enterarme de nada. De repente me doy cuenta de que llevo varias páginas sin saber lo que he leído. Pero aparte de eso, hay muchísimos matices que es imposible apreciar y eso hace que la lectura resulte aburrida (yo en concreto no pillo ni una gota de humor y estoy convencida de que la hay).
Aparte del tema idiomático, el segundo punto negativo es que es bastante lenta y rollera. Consigue hacer 200 páginas interminables.
Al leer las críticas de la contraportada pienso que hemos leído un libro distinto pero claro, supongo que todos los periodistas y literatos que las escriben serán bilingües español-argentino, argentino-español.
Año de publicación: 2021
Editorial: Alfaguara
Páginas: 204
Valoración: prescindible
Sinopsis de la editorial
Un tren que viene del conurbano a Buenos Aires sufre un accidente. En el recuento de las víctimas faltan dos de las cuarenta y tres personas que viajaban en el tren, entre ellas Hugo Lamadrid, un presunto homicida que aprovecha la situación para escaparse de la policía. Mientras todo el país espera los resultados de ADN delante de la televisión, una mujer y su hija —enfrentada a un gran dilema— se dan a la fuga sin mirar atrás.
En medio del sinfín de interrogantes, denuncias e hipocresías que inundan los medios de comunicación, Osvaldo Domínguez, un inspector de policía adicto al trabajo, intenta dar con el paradero de Lamadrid. Aunque ostenta un récord en resolución de homicidios, empieza este caso con mal pie. Hasta que decide saltarse las normas para demostrar que morirse es la mejor forma de escaparse del sistema.
Deja un comentario