
No he dejado de alucinar con este libro, de hecho, he tenido que mirar en varias ocasiones la fecha de su primera publicación. Y sí, es 1963 nada menos.
¿Y qué pasa con esa fecha? nada en particular pero es que las ideas de la protagonista y el ambiente social y cultural que refleja es infinitamente más moderno y progresista que hoy día, en 2022.
Y no estoy hablando de ambientes elitistas de artisteo y petardeo, no. La protagonista es una recién licenciada, que comienza su independencia y no tiene nada claro si debe seguir los pasos que socialmente se esperan de ella (casarse, tener hijos, ocuparse de su casa, etc.) o qué tipo de carrera profesional puede desarrollar que no sea convertirse en maestra o profesora de universidad.
La verdad es que me ha resultado sorprendente y es una maravilla de libro. Lo narra todo con una naturalidad apabullante y después de leerlo no se entiende por qué no hemos seguido avanzando en vez de irnos volviendos una sociedad cada vez más puritana y habernos quedado estancados mirándonos el ombligo.
Año de publicación: 2020
Editorial: Alba
Páginas: 266
Valoración: imprescindible
Resumen de la editorial
Sarah Bennett, recién licenciada en Oxford con matrícula de honor, ha pasado unos meses en París y ahora vuelve a casa de sus padres, en Warwickshire, para ser dama de honor en la boda de su hermana mayor Louise con un novelista de éxito. Louise es «una belleza de las que tiran de espaldas», de las que no han nacido «para ser segundo violín»; Sarah, aunque mona, «dulce y graciosa», se considera «una chica con demasiados estudios y ninguna vocación», siempre la segunda a la hora de las comparaciones. Sin embargo, no se trata del tópico conflicto entre «la guapa» y «la inteligente» porque las dos son ambas cosas, jóvenes señoritas de clase media con dones y talento para desarrollarlos; pero siempre se han tratado con desconfianza, nunca con «una intimidad sincera». El matrimonio de Louise la lanza a un mundo de lujo, glamour y aventuras, mientras Sarah, en la inmensidad y el frío de Londres, tiene un trabajo sin lustre en la BBC, vive en pisos compartidos y se siente sola, con su brillante y afectuoso novio al otro lado del Atlántico, becado en Harvard. Una jaula en un jardín de verano (1963) fue la primera novela de Margaret Drabble, implacable en su presentación de la institución matrimonial y de lo que el dinero significa en ella, pero también entusiasta en su defensa de la felicidad de ser «una inadaptada», del placer de la pérdida y el azar, y del «brillo momentáneo del sentimiento».
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