
Precuela de la saga del Baztán con los inicios de la inspectora Amaia Salazar.
Siguiendo la moda de las grandes sagas, publica la precuela al final, en vez de continuar con una nueva aventura.
Una novela de persecución a un psicópata, al más puro estilo Michael Connelly, situada en Nueva Orleans durante el huracán Katrina.
Previsible pero entretenida, suficiente para que tu mente deje de pensar.
Me extraña que no hayan hecho aún película o serie, tan faltos como están de contenido en las plataformas.
Año de publicación: 2019
Editorial: Destino
Páginas: 686
Valoración: entretenido
Resumen de la editorial
En La cara norte del corazón, Dolores Redondo sitúa la trama en agosto del año 2005, mucho antes de los crímenes que conmocionaron el valle del Baztán, con una joven Amaia Salazar.
Para llegar hasta aquí, a veces debes volver al principio.
En agosto de 2005, mucho antes de los crímenes que conmocionaron el valle del Baztán, una joven Amaia Salazar de veinticinco años, subinspectora de la Policía Foral, participa en un curso de intercambio para policías de la Europol en la Academia del FBI en Estados Unidos, que imparte Aloisius Dupree, el jefe de la unidad de investigación. Una de las pruebas consiste en estudiar un caso real de un asesino en serie, a quien llaman “el compositor”, que siempre actúa durante grandes desastres naturales atacando a familias enteras y siguiendo una puesta en escena casi litúrgica. Amaia se convertirá inesperadamente en parte del equipo de la investigación, que les llevará hasta Nueva Orleans, en vísperas del peor huracán de su historia, para intentar adelantarse al asesino…
Pero una llamada de su tía Engrasi desde Elizondo despertará en Amaia antiguos fantasmas de su infancia que lo pueden cambiar todo, exponiéndola de nuevo a la cara norte del corazón.
Una novela trepidante que emociona y quita el aliento.
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