Fantástica novela de esta autora de la que ya he leído alguna otra, como el conjunto de relatos Mala letra. De hecho, esta novela es el desarrollo de un relato corto.
Casi, una adolescente de «casi» catorce años y un adulto de cincuenta y tantos, entablan una peculiar relación que se establece en un parque durante cada mañana en las que ella se refugia mientras hace peyas y él va a mirar pájaros.
A través de estos encuentros se van conociendo y afianzando una amistad cuando menos extraña. Y gracias a sus conversaciones vamos conociendo los complejos y miedos de la adolescente y los problemas pasados del adulto.
El final es impactante, o por lo menos a mí me ha impactado, ya que te hace reflexionar acerca de los estereotipos y la veracidad de los testimonios. Y por desgracia, yo he llegado a la conclusión de que no sería capaz de abstraerme de los prejuicios.
No he podido evitar pensar en el juicio del Arandina, y aquí cada cuál al leer el libro, que llegue a sus propias conclusiones.
Año de publicación: 2018
Editorial: Anagrama
Páginas: 137
Valoración: muy recomendable
Opinión de una lectora 