Segundo libro de este autor que continúa el mismo estilo de thriller psicológico, psicopático o psicothriller, como lo queramos llamar.
En esta segunda historia (que en realidad es la precuela de La paciente silenciosa), la protagonista es una mujer también psicóloga o terapeuta, con un pasado tormentoso que se mete sin comerlo ni beberlo a investigar un crimen que rápidamente se convierten en varios. Tantos y tan seguidos que casi termina ella siendo ensartada como un pincho moruno.
Bastante previsible (el que parece más sospechoso resulta que no es el asesino), algo ñoña en algunos momentos (triunfa el amor) y menos entretenida que la anterior. Sin pena ni gloria.
Lo mejor, la ambientación en Cambridge que está perfectamente descrita consiguiendo imbuirte en el entorno como si estuvieras paseando por el campus universitario.
Año de publicación: 2021
Editorial: Alfaguara
Páginas: 321
Valoración: ni fu ni fa
Sinopsis de la editorial
A sus treinta y seis años, Mariana intenta recuperarse de la pérdida de Sebastian, el gran amor de su vida, ahogado durante unas vacaciones en una isla griega. Ella trabaja en Londres como terapeuta, pero cuando su sobrina Zoe, la única familia que le queda, la llama desde Cambridge para contarle que Tara, su mejor amiga, ha sido brutalmente asesinada cerca de la residencia de estudiantes, decide acudir en su ayuda.
Allí conoce a Fosca, un carismático profesor de Filología Clásica. El profesor mantiene un grupo de estudio con un número muy selecto de discípulas, todas hermosas y de familias elitistas, del que Tara formaba parte: las Doncellas. En el dormitorio de la joven, Mariana encuentra una postal con unos versos en griego clásico que exigen un sacrificio. Pronto los cadáveres de otras Doncellas irán apareciendo en el campus con los ojos arrancados y con una piña en la mano, y Mariana no solo deberá enfrentarse a la resolución de estos crímenes, sino a los fantasmas de su propio pasado.
Opinión de una lectora 
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